epoc

Según una definición del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre, EPOC es una enfermedad progresiva (empeora con el tiempo) que causa dificultad para respirar.

La causa principal de esta enfermedad es el hábito de fumar. La mayoría de las personas que sufren EPOC fuman o solían fumar. La fuente también menciona que la exposición a largo plazo al aire contaminado, a los vapores químicos o al polvo también puede contribuir a la aparición de la EPOC.

En la actualidad hay un creciente interés en el tema de la Actividad Física y los pacientes que padecen EPOC.

Según una investigación publicada por BioMed Central, la EPOC es una enfermedad debilitante que afecta la vida cotidiana de los pacientes, tanto física como emocionalmente. Los síntomas como la disnea y la fatiga muscular, conducen a la intolerancia al ejercicio, que junto con los problemas de comportamiento, desencadenan la inactividad física, una característica clave de la EPOC. La inactividad física se asocia con resultados clínicos adversos, incluyendo hospitalización y mortalidad por cualquier causa.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que todos los adultos realicen al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada por semana. A las personas limitadas por condiciones médicas se les aconseja realizar tanta actividad física como su salud se los permita.

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Comienza hoy

La Sociedad Torácica Americana y la Sociedad Respiratoria Europea, mencionan que la rehabilitación pulmonar ya NO debe considerarse como un último recurso para pacientes con deterioro respiratorio severo. Más bien, debe ser una parte integral de la gestión clínica de todos los pacientes con enfermedad respiratoria crónica. La Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (GOLD) recomienda que todos los pacientes con EPOC deben realizar actividad física diaria. En un reporte publicado en 2017 menciona que el entrenamiento de fuerza y aeróbico son eficaces para el fortalecimiento general, por ejemplo, el entrenamiento físico de las extremidades mejora la fuerza y ​​la resistencia y da como resultado una capacidad funcional mejorada de las extremidades. También menciona que el entrenamiento muscular inspiratorio aumenta la fuerza en el diafragma, en los músculos intercostales externos, en los músculos serratos, escalenos, pectorales, y también en los músculos subclavio y espinoso.

A pesar de estas recomendaciones, un reciente estudio sueco demostró que un número significativamente menor de pacientes con EPOC alcanzó niveles de actividad física recomendados en comparación con una población sana y pacientes con otras enfermedades crónicas.

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